La Península divide geográficamente las aguas del Río de La Plata y el
Océano Atlántico, por consiguiente también se diferencian desde este punto
los dos tipos de playas que caracterizan al balneario, La Playa Mansa sobre
las aguas del Río de la Plata y La Playa Brava sobre la costa Oceánica.
Esta lengua de tierra que se adentra en el mar fue bautizada al ser
descubierta por Juan Díaz de Solís como Cabo de Santa María de la Buena
Esperanza y es la zona más antigua de Punta del Este refiriéndonos a su
actual nombre.
La parte urbana es una zona despejada, de casas y edificaciones de baja
altura donde están ubicadas las residencias más antiguas y pintorescas de
todo el lugar.
Estratégicamente ubicado en el punto más alto del lugar el Faro de Punta del
Este, libre de edificaciones que impidan su guía indica a los barcos su
ubicación; el mismo fue inaugurado en 1860 por Tomás Libarena, quién utilizó
para su construcción una mezcla de tierra volcánica traída desde Roma, la
altura es de 43 metros con una escalera de 150 escalones que permite acceder
a un mirador con una visión total de la Punta.
A sus pies se encuentra la plaza del faro rodeada de palmeras y en cuyo piso
una rosa de los vientos indica la ubicación de los puntos cardinales.
Frente al faro se encuentra la plaza del servicio meteorológico y la
Estación con las instalaciones que proveen información climática de Punta
del Este la cual archiva información de mas de ocho décadas atrás.
A pocos pasos la Iglesia de La Candelaria recibe a los fieles y turistas, en
este mismo lugar existieron anteriormente otras dos capillas, la primera de
ellas construida en el año 1911 de dimensiones muy pequeñas y costeada con
la colaboración de los vecinos en las misas y la organización de loterías y
reuniones realizadas por una comisión de damas del lugar.
Posteriormente se remodelo y amplió levantado el campanario que se observa
en la actualidad inaugurándose nuevamente el 2 de Febrero del año 1922,
fecha de Nuestra Señora de la Candelaria.
Finalmente entre los años 1942 y 1950 tras remodelaciones y ampliaciones la
iglesia de La candelaria presenta el aspecto que vemos en el presente.
Además de la existencia de estos lugares históricos, las casas con balcones
al mar, sus jardines la paz y la calma que reina en sus calles invitan al
turista a caminar por sus veredas y disfrutar de este lugar tan especial.
Fuente
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