Partiendo desde Punta Salinas, el punto más austral de la Península,
comienza la Rambla de la Playa Brava que sigue el diseño de las rocas y la
espuma de la olas sobre la costa con aceras bicolores y estacionamientos
estratégicamente ubicados para contemplar la vista.
El primer punto a destacar es la Plazoleta Gran Bretaña en la cual se
encuentra el ancla del Crucero Liviano Inglés Ajax, el que en conjunto con
los Cruceros Aquiles y Exeter en la denominada Batalla de Punta del Este en
el año 1939 durante la Segunda Guerra Mundial, derrotaron al Acorazado
Alemán Graf Spee.
En este mismo espacio un mirador de ballenas, cetáceos y aves marinas se
eleva unos metros por sobre el helipuerto que es punto clave para la
custodia de nuestro espacio marítimo.
Observan la rambla con aire señorial las residencias y casas características
de la Península, así como el faro y la torre de la Iglesia, en el horizonte
se destaca la silueta de la Isla de Lobos y su faro de color blanco.
Durante el paseo es común encontrar a deportistas que hacen uso del circuito
de las ramblas aprovechando la magnífica vista que proporciona la costa, los
tejados, balcones y jardines de las casas del lugar como escenario
excepcional.
A medida que se avanza por la costa se encuentran pequeñas entradas con
arenas de mejillones entre las rocas donde insistentemente rompen las olas.
La primer playa es la conocida como La de Los Ingleses, de arenas gruesas
salpicadas de mejillones y caracoles, que proporciona un espacio limitado
para baños entre las olas y una piscina natural de aguas tranquilas, tanto
los bañistas como algunos pescadores que concurren a la misma se encuentran
seguros bajo la supervisión del guardavidas del lugar.
A pocos metros de allí La Plaza del Ingenio ubicada en la acera opuesta de
la Rambla es un espacio verde con juegos para chicos, una fuente, un pequeño
mirador y un lugar de descanso para aquellos que prefieren observar el mar
recostados en el pasto disfrutando del sol.
Siguiendo el camino siempre con el mar sobre la derecha comienzan a erguirse
edificios mas modernos y casas que resisten el progreso destacándose entre
ellas el famoso restaurante Mariskonea con el único vivero de mariscos del
lugar que extrae el agua directamente del mar y que antaño llegaba a las
piedras.
Desde aquí se aprecia una formación rocosa que se adentra en las aguas en
dirección a la Isla de Lobos, es Punta Vapor, donde se construyo en Febrero
de 1982 el altar de ladrillo visto que alberga la imagen de Nuestra Señora
de La Candelaria, obra del escultor Mario Lazo quien realizó la obra a
pedido de una asidua veraneante del lugar la que gestionó la construcción e
instalación en agradecimiento en base a una promesa realizada a la virgen.
En este mismo lugar en días de grandes temporales el Océano arroja
caracoles, mejillones, estrellas de mar, cangrejos y diminutos peces agujas
que se pueden encontrar entre las algas y las piedras.
Enseguida, la Playa del Emir, nombre adoptado por las visitas del Emir
Arslan que visitaba Punta del Este años ha, es una de las más frecuentadas
de la rambla por bañistas y surfistas ya que por su profundidad y olas de
tamaño intermedio es ideal para la practica de este deporte; sobresalen de
sus aguas los restos del navío mercante Santa María del Luján que
transportaba madera desde el Brasil que encayó a inicios de la década del 60
en las arenas siendo posteriormente arrastrado hasta las rocas por la
corriente haciendo imposible su rescate.
Después de otra zona de piedras y pasando por la Playa My Drink el circuito
de la Rambla Brava termina donde se yergue la escultura de la mano de Punta
del Este obra del renombrado Artista Chileno Mario Irrazabal, quién ha
creado obras similares en otras partes del mundo; La mano fue realizada en
el año 1982 y desde entonces se ha transformado en un verdadero ícono de
Punta del Este.
Cargado de historia y belleza La Rambla Brava seguramente formará parte de
su memoria una vez que haya transitado por ella.
Fuente
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