Partiendo desde el Muelle de la Playa Marconi en la parada 3 hacia el puerto
y llegando al extremo mismo de la Península, caminar por la Rambla de la
Playa Mansa en horas de la mañana o a la tarde poco antes de la puesta del
sol es un espectáculo grandioso que le cautivará día a día.
Desde el extremo del Muelle de la Parada 3 se tiene una vista panorámica que
abarca desde el Cerro Pan de Azúcar en la lejanía hasta el Puerto de Punta
del Este con la Isla Gorriti como centro visual.
Avanzando por un sendero de madera elevado sobre pilares bordeando la costa
con escaleras que permiten el descenso a la arena se llega a la playa de la
Parada 1 que se encuentra frente a la Liga de Fomento y Turismo de Punta del
Este uno de los principales centros de información de la Península.
En esta playa comienzan a aparecer las formaciones rocosas y pequeñas bahías
de arena, la Rambla desde este punto está a nivel de la calle, continuando
el paseo siempre en dirección al Puerto este sector presenta espacios de
césped con palmeras, decks de madera con bancos para hacer una parada u
observar el panorama, escaleras de piedra tientan con la invitación de
sentarse en la arena de la playa, juntar caracoles o con tomar un baño de
mar.
Un poco más adelante una serie de restaurantes que están apostados en la
acera opuesta de la rambla instalan mesas con sombrillas sobre explanadas de
madera en la misma ofreciendo una alternativa más de solazarse con la vista
tomando algún trago refrescante o degustando un plato típico; En este punto,
en la Playa de Mailhos, un antiguo muelle de piedra y cemento resiste el
paso del tiempo y el progreso adentrándose sobre las rocas para llegar a un
pequeño banco de arena, varias generaciones han aprendido a nadar en sus
aguas.
Avanzando otro poco y divisando claramente el puerto tras una hermosa
pérgola de madera donde en las horas de la tarde se pueden comprar los
cuadros de un grupo de artistas, sorprenderse con exhibiciones de capoeira o
alguna banda de músicos de los más variados estilos que ocasionalmente
acuden al lugar o simplemente optar por sentarse a disfrutar de la vista de
los yates y veleros allí apostados.
Transitando ya por el sector de la rambla portuaria y sobre el sector del
embarcadero se observan las embarcaciones que no se encuentran navegando en
tierra firme, por la acera opuesta se puede elegir entre visitar galerías de
arte o seleccionar uno de los pintorescos restaurantes, pubs y confiterías
que funcionan durante el día y la noche.
Pasos más adelante lleno de movimiento, vida e historia el puerto recibe a
los visitantes (paseo que se detalla en otra sección de paseos destacados).
Dejando atrás el puerto la Rambla comienza a tomar otro aspecto, la Isla
Gorriti es más visible desde este sector, el agua comienza a tomar más
movimiento y un típico tinte oceánico, los edificios han quedado atrás,
comienza el tramo más antiguo de la península donde se encuentran las
características casas cuyos jardines antaño llegaban al mar.
La costa es más rocosa casi sin playas para baños exceptuando La Playa de
las Mesitas visitada por los adeptos al buceo y la pesca, se llega en pocos
pasos más a Punta Salinas considerado el final de la zona de La Rambla de la
Playa Mansa.
Todo el trayecto de la Rambla es muy concurrido y todos los medios son
validos para conocerla y disfrutar del paseo, caminando, en bicicleta,
roller o en automóvil; el circuito que circumbala la península es ideal para
salir a correr o hacer deportes aeróbicos.
Usted nunca olvidará las puestas de sol que son aplaudidas por los
espectadores en la zona antigua de la Rambla Mansa.
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